jueves, 28 de julio de 2011

Taberna La Caña

 Por primera vez en este blog les voy a hablar de un restaurante del sur de la isla de Gran Canaria. La Taberna La Caña, se encuentra en la avenida Tenerife, nº 4, justo debajo de los apartamentos Green Garden. La calle supuestamente es peatonal, aunque no paran de pasar coches, así que si quieren arriesgarse, pueden intentar aparcar justo en la acera de enfrente.

Nos acercamos a este restaurante, porque vi opiniones muy positivas en la página web TripAdvisor, y decidimos probar. También me di una vuelta por su página propia, en donde está listado todo lo que la carta ofrece: http://tabernalacana.es

El restaurante tiene una terraza con mobiliario de madera y un toldo que por el día evita los duros rayos de sol sureños. El interior también es mayoritariamente de madera, con mesas y bancos muy amplios.

Inicialmente sirven pan con alioli, reflejados posteriormente en la cuenta. La oferta en el menú es más o menos extensa y con una gran cantidad de tapas a módicos precios, con las que confeccionarse una velada de lo más variada.

Al final decidimos optar por esto último y pedimos:

Ensalada con queso fresco canario, frutos secos y vinagreta de miel de palma: Muy rica, fresca y con ese toque dulce que da la miel. Eso sí, si la comparten más de dos personas, se puede hacer muy poca.


Carne de cochino frita: Desde que nos llegó el plato a la mesa nos dimos cuenta que la carne estaba un poco quemada. Aún así decidimos probarla, pero no estaba a nuestro gusto. Se lo comentamos al camarero y nos lo retiró, disculpándose. Al final no nos lo cobraron. Les pongo la foto para que se hagan una idea de la cantidad de la tapa.


Puntitas de calamar: Estaban muy buenas de sabor, pero realmente eché de menos que estuvieran un poco más limpias por dentro. Sé que es complicado de lavarlas por lo pequeñas que son, pero… A mi me hubiera gustado más.


Almejas a la marinera: Nos las ofreció el encargado como plato fuera de la carta, y la verdad es que fue todo un acierto. Estaban muy frescas y la salsa estaba riquísima. No pudimos contenernos en mojarla un poco con pan.

El camarero nos indicó que todos los postres eran caseros, por lo que nos animamos a pedir los siguientes:

Tarta de la casa: Ese día era de queso con guayaba y nueces. Los sabores se congeniaban muy bien, dando como resultado un postre delicioso. Eso sí, si no se tiene mucha hambre, puede resultar interminable. Yo necesité ayuda ;)


Crema catalana: Fresca, con su sabor tradicional y muy buena. Poco más que decir de este clásico.

Los camareros fueron muy amables, incluso después de la queja sobre el plato de cerdo.

La cuenta con refresco y una caña, fue de 46.95 €.

Creo que es un restaurante a tener en cuenta ya que no está destinado al turista y tiene alimentos de calidad.

Un saludo a todos y recuerden que estaré encantada de leer sus comentarios.

La primera foto está sacada de la web www.tripadvisor.es

miércoles, 20 de julio de 2011

Allende


Hoy les traigo mis comentarios sobre el restaurante Allende, que por cierto, ha abierto un nuevo local en la zona de Triana, exactamente en la calle Domingo J. Navarro nº 16, haciendo esquina con Viera y Clavijo. El que yo he visitado es el que se encuentra en la calle Joaquín Costa nº 14, haciendo esquina con la calle Isla de Cuba.

Pueden encontrar más información sobre este restaurante en su página web http://allendeparrilla.com/, por ejemplo, sobre las exposiciones de pintura que suelen tener.

El local consta de tres salas comunicadas, una con barra y mesas altas con taburetes, y otras dos con mesas tradicionales para almorzar o cenar. Además también tiene terraza, que al localizarse en una calle peatonal, carece de los humos y ruidos propios de las vías urbanas.

Las paredes son blancas, y los muebles oscuros. Me gustaría destacar de la decoración una serie de barquitos de papel de colores adheridos a la pared y que se fusionan con la siguiente en la que un mural bicolor muestra lo que yo creo que es una panorámica del istmo de la capital grancanaria. Me gusta especialmente este detalle.

La carta no es especialmente amplia pero tiene de todo, incluido un apartado dedicado a la parrilla. También sirven montaditos y pinchos que se listan en una gran pizarra, pero solo si uno se sienta en la zona de la barra.

Como aperitivo sirven panecillos, acompañados en una salsera con tomate triturado, aceite oliva virgen y sal.


En mi última visita, el grupo pidió lo siguiente:

  • Ensalada Serrana, con jamón serrano, pasas, nueces y queso de cabra, servida generosamente y aliñada con finas hierbas. Llena de sabor y bien equilibrada.
  • Croquetas. Se puede pedir variadas de cualquiera de los tipos que se ofrecen en la carta, en donde se especifica que la ración consta de 6 unidades. Nosotros las pedimos de choco y rabo de toro. Las croquetas tienen un tamaño medio y tienen un empanado crujiente. A mí me gustaron especialmente las de carne, aunque las de choco también estaban buenas.
  • Empanadita Allende. Se piden por unidad, y nosotros pedimos una de cada tipo, es decir, una de Mozzarella, tomate y albahaca, y otra Criolla, que básicamente es carne de ternera especiada. Ambas están buenísimas, así que pedir una de cada es lo más recomendable.
  • Caracoles Picantes con sus cosillas. Curioso nombre para este plato, que esconde tras "sus cosillas" un acompañamiento de jamón serrano y trocitos de carne. Yo no soy muy amiga de los caracoles, pero los probé, y debo decir que estaban buenos. Mi padre, que es un entendido, los devoró.
  • Carrillada Ibérica al vino de Málaga. Nos lo recomendó el encargado personalmente, y lo denominó como el mejor plato de la carta. Debo decir que estaban realmente deliciosas, presentadas como un estofado tradicional y acompañadas de papas fritas.
  • Popurrí de brochetines. Para poder probar todas las brochetas de la carta, nos decidimos por este mix, que consta de una unidad de cada una de las siguientes:

-Pollo, cebolla y pimientos con salsa ligera de yogur y cominos
-Pollo, ciruelas y bacon.
-Ternera y Verduras con salsa Teriyaki.
-Ternera con manzana, pimientos y salsa de mostaza.

Se sirven todas las brochetas y salsas en el mismo plato, lo que permite hacer combinaciones entre salsas que si pidieras de un solo tipo no se podrían probar. La verdad es que todas estaban riquísimas, y eso que yo suelo preferir el sabor propio de la carne, pero estas salsas potenciaban el sabor de forma muy positiva.

Por supuesto, esta vez tampoco faltó el postre, que consistió en:

  • Creppes con dulce de leche: Sencillo pero siempre funciona. El dulce de leche estaba en su punto justo de azúcar.
  • Crujiente de manzana y pera con crema inglesa: Un canutillo, dividido en dos y ensartado en un palito de madera. Postre que sacia y claramente frutal, aunque diría que le faltaba un poco de dulzor.
  • Tarta Allende: un semifrío de chocolate que sin duda se convirtió en mi favorito de los tres que se pidieron. Realmente exquisito. Recomendable 100%.

Destacar positivamente que el precio de los postres me pareció de lo más ajustado.

El servicio fue muy amable y atento, sobre todo el encargado de sala, que nos daba apuntes y recomendaciones sobre los platos. Incluso nos obsequió con un poco de sal negra del Himalaya, para que pudiéramos comprobar que junto con el aceite de oliva y un poco de pan, tiene todo el sabor de un huevo frito.

El precio final, para cuatro personas, con agua, cerveza y café, fue de 69,72 €.

Terminamos con un buen sabor de boca y con ganas de volver.

Un saludo y gracias por pasar por aquí.

martes, 12 de julio de 2011

[CERRADO]SAO

ACTUALIZACIÓN: Este restaurante ya no existe. En su lugar se encuentra otro, que por lo que ví el otro día tenía buena pinta.

Cuando vaya les dejaré por aquí mi opinión.

Muchas gracias por leerme.


Caminando por una trasversal de Triana, me encontré con el restaurante SAO. Con las luces apagadas tenía un aspecto muy íntimo ayudado por su pequeño tamaño. Le eché un vistazo a la carta que estaba en la puerta y la verdad es que me pareció que tenía platos muy creativos, y que los precios no eran excesivos. Por lo tanto, en cuanto tuve oportunidad, le hice una visita.

Exactamente se encuentra en la calle Constantino, nº 5. Debido a su pequeño tamaño, les recomiendo que llamen para hacer una reserva previa (teléfono: 928 36 12 04), aunque el día que yo fui no había mucha gente.

La primera impresión cuando entré es que estaba demasiado iluminado. Me hubiera gustado más que las luces hubieran sido un poco más tenues, o que estuviesen en una disposición menos agresiva para los comensales, sobre todo en el grupo de mesas en el que yo me senté. Había otras, al lado derecho y fondo del restaurante, que no parecían estar tan “soleadas”.

El restaurante es más largo que ancho. Y tiene una decoración entre rústica y contemporánea, con listones de madera en una de las paredes, parquet y sillas de madera. Las mesas están decoradas con vasos con flores o ¡manzanas!

La carta no es muy amplia, solo ocupa dos páginas, pero todas las propuestas parecen interesantes. Además me gustó mucho la leyenda que se veía en su frontal, y que decía lo siguiente:

SAO: “Salix canariensis”. Endemismo canario. Arbusto que se encuentra en cualquier lugar con humedad constante todo el año. En Gran Canaria lo hallamos en el barranco de los Cernícalos y en las cuencas de los barrancos de Tejeda y Guinigüada.

Valoro mucho que los responsables de un restaurante se tomen la molestia de informar al visitante la historia de su nombre, o de su inspiración gastronómica.

La mayoría de platos son aperitivos o entrantes, y ofreciendo entre 3 o 4 platos para los platos fuertes de carnes y pescados. Digno de mención me parece que en la carta sugieren maridaje para dos platos (uno de quesos y otro de foie) que consta de una copa del vino correspondiente por 3,50 €.

En principio sirven un par de rebanadas de pan, y si a lo largo de la comida se acaba, ofrecen de nuevo. En cambio no lo acompañan de mantequilla, aceite o ninguna salsa ¡con lo que me gusta!

Como bienvenida nos dieron una copa Kir Royal, que es un cóctel con base de champán, y también nos obsequiaron con una especie de milhojas de verdura, que tenía zanahoria, calabacín y berenjena, con una gota de balsámico, servido sobre un plato de lo que me pareció laja. Muy original y rico.

En esta primera visita pedimos los siguientes platos:


  • Saquitos de ternera con salsa de tomate agridulce: Presentados en un doble bowl con las piezas suficientes como para degustarlo a conciencia. Los saquitos estaban crujientes y sabrosos. La salsa tenía un fondo picante que le añadía alegría al plato.
  • Wok de verduras con leche de coco y cilantro: Brócoli, champiñones, zanahoria, habichuelas, calabacín, pimiento rojo y espárragos trigueros, hechos al dente (algunos dirían incluso que la zanahoria se presenta un poco cruda) salteados con una salsa con base de coco, que aporta al plato un claro toque oriental. Para mi gusto había demasiadas habichuelas y brócoli, y muy pocos champiñones, pimientos y espárragos. La mezcla de verduras no estaba equilibrada. Un plato al que se le va cogiendo el puntillo según se va comiendo.
  • Solomillo con setas a la crema de trufa: buena pieza de solomillo, acompañado de papas fritas (un poco saladas) y una salsa realmente sabrosa. La carne estaba tierna y el punto que se pidió.
  • Arroz meloso con manzana y majorero picón. Me pareció bastante original eso de meterle manzana a un arroz y por eso lo pedí. En el arroz estaba presentado con queso majorero por encima y no se notaban los trozos de fruta pero sí le aportaba un dulzor especial. Recomiendo pedirlo para compartir.



Para terminar con buen sabor de boca, pedimos un postre para compartir. En este caso un bizcocho caliente de chocolate con un toque de Baleys. En realidad era como un suflé acompañado de una bola de helado de vainilla. Me encanta la textura de estos dulces con el chocolate cremoso por dentro.

El servicio constaba de dos camareras, muy atentas y eficaces. En ningún momento tuvimos la sensación de esperar más de la cuenta.

El precio final con agua y copa de vino, fue de 52,80 €.

A mí me gustaría repetir, para pedir otros platos de la carta que también me parecieron muy interesantes.

Espero que les haya gustado la entrada de hoy. Un saludo.

miércoles, 6 de julio de 2011

[CERRADO]El Trasiego

ACTUALIZACIÓN: Este restaurante ya no existe. No sé cuáles han podido ser los motivos porque yo siempre lo veía lleno de gente.

Es una pena porque era un sitio muy agradable para comer.

Este restaurante está situado en el antiguo casco de Vegueta, exactamente en la Avenida Alcalde Díaz Saavedra Navarro, 17. Lleva unos años abierto en la capital grancanaria y está especializado en comida cordobesa.

El local tiene un ambiente acogedor con una decoración en tonos tierra y ataviado con unos biombos para separar espacios. Tiene zona de barra y unas mesas altas con taburetes para picar algo o tomar alguna de las copas de vino que ofrecen diariamente a precios muy interesantes. Además tiene unas cuatro mesas fuera, por si se quiere comer al aire libre.

La carta no es excesivamente amplia pero tiene un poco de todo, así que será muy difícil que no encuentres algo de tu gusto. Otra ventaja es que hay varios platos de los que se puede pedir una tapa, media ración, y ración. Así es más fácil probar un poco de todo. Además siempre tienen platos del día en pizarra ¡y con el precio! que siempre es de agradecer.

Normalmente obsequian a los comensales con una tapa gratuita. Al principio era una tapa de salmorejo, y luego fueron variando. Ahora están dando unas papitas sancochadas con alioli. El pan que sirven es del día, y siempre está apetecible.

Si tengo que recomendar dos platos del Trasiego son sin duda el salmorejo y el solomillo “El Trasiego”. El primero es directamente mi perdición. Me vuelve loca el salmorejo de este lugar. Creo que está en el punto justo de densidad, acidez, ajo… Lo acompañan con huevo duro y jamón (de calidad) picado. Vamos que yo le doy un diez. Por otro lado el solomillo lo sirven troceadito con pimiento y cebolla salteados, y tiene un sabor delicioso.

Este domingo fui por última vez y tomé unas fotos de lo que comimos, para comentarlo con ustedes.










  •  Salmorejo: ¡Por supuesto! Es obligatorio cada vez que como en el Trasiego.
  • Ensaladilla de atún y pimiento: Teníamos calor y nos apetecía algo fresquito. Estaba buena, aunque tampoco es de los platos que más me gustan de este lugar.
  • Croquetas de jamón: Tienen buen tamaño y son muy sabrosas, notándose claramente trocitos de serrano en su interior. Las sirven con una salsa con un fondo de comino, que me parece fantástica.
  • Churrasco de Córdoba: Éste era uno de sus platos del día.  Estaba muy bien acompañado con unas papas fritas y una verdurita salteada con un toque aroma oriental. Comparándolo con el solomillo de la casa, sale perdiendo.
 De postre hay varias opciones, desde un contundente brownie hasta los ligeros sorbetes de mango o limón. Nosotros en esta ocasión pedimos un polvito, que hacen con mucha maestría. Una buena forma de terminar un buen almuerzo.

El servicio se lo toma con calma, y si estás pasando un rato agradable, casi ni te das cuenta de que a veces tardan un pizco más de la cuenta. Yo lo considero totalmente perdonable. Las camareras suelen ser muy amables y a veces obsequian a los clientes con un chupito al final de la comida.

Los precios son moderados, y si pides varias medias raciones creo que se sale ganando. En este caso, las tres medias raciones, el churrasco, el postre, un cortado, un refresco y una botella de agua puso la cuenta en 34,30 €. Yo creo que está muy bien ¿no?


Sin duda este restaurante seguirá formando parte de mis favoritos dentro de la ciudad.

Un saludo a todos y hasta la próxima.

sábado, 2 de julio de 2011

Segundo muelle

Hace unas semanas visité el restaurante de origen peruano Segundo Muelle, situado en la calle León y Castillo 227, a la altura del Hotel Santa Catalina.

Una amiga me habló muy bien de él, y no tardé en investigar en la red. En su página web, segundomuelle.com , está disponible la carta completa, incluyendo los precios, y fotos de alguno de los platos. También tienen un perfil en facebook, en donde informan de las novedades relacionadas con el restaurante (www.facebook.com/pages/segundomuellelaspalmas).

Después de ver que me apetecía probar casi todos los platos del menú me decidí a visitarlo.

La primera impresión al entrar al local es muy positiva. Tiene una decoración moderna, con una barra central iluminada con neones. Las mesas son de madera y muy amplias. Además dispone de una terraza muy acogedora: por el día los toldos permiten que a los comensales no les entre el sofoco propio de las horas centrales de la jornada; por la noche se decora con unas velas que le dan un toque íntimo muy agradable.

La carta es muy extensa, y nosotros estuvimos un buen rato para elegir los platos. La mayoría de los platos contienen ingredientes marinos. Me llamó especialmente la atención la gran variedad de makis de los que disponían, ya que normalmente se sirven en restaurantes japoneses. Además tienen, por supuesto, platos típicos peruanos : cebiches, tacu tacus, etc.

Mientras nos decidíamos, nos obsequiaron con unos chips de batata y una salsa muy buena, aunque no supimos de qué se trataba.

Al final lo que elegimos fue:

  • Maki de pulpo al olivo: Es en realidad un Uramaki porque tiene el arroz en el exterior. Está relleno de atún y aguacate, y lo coronan una lámina de pulpo. El sabor me pareció realmente delicado y exquisito.
  • Cebiche de mariscos a los tres ajíes: Nunca había probado un cebiche, y casi se puede decir que no tenía muy claro lo que era. Se trata de una mezcla de mariscos (pulpo y calamares sobre todo), con unos millos enormes, y bañada por una salsa de tres tipos de pimientos, o ajíes como lo llaman en la carta. Creo que los sabores cazan fantásticamente para crear un plato fresco y exquisito.
  • Vieiras gratinadas con parmesano: Era un plato especial del día. Este fue el que menos me gustó de todos, y no porque estuviera malo, sino porque el parmesano anulaba completamente el sabor de las vieiras. Y ya que pedía un marisco tan exquisito, me hubiera gustado saborearlo. Una pena.
  • Tacu tacu con lomo saltado: El plato más contundente de todos los que pedimos, y el mayor culpable es el tacu tacu en sí, que está hecho a base de frijoles refritos y arroz. El solomillo salteado que lo acompañaba estaba en su punto justo de cocción y tenía un sabor y textura ideales.

Aunque con estos cuatro platos ya nos quedamos bien. Quisimos probar los postres y nos decidimos por:

  • Crocante de manzana: ¡Buuufff! Me pareció increíble. Consta de unas láminas de manzana, cubiertas con una capa crocante y un par de bolas de helado de vainilla. Lo dicho, para saborearlo sin prisas.
  • Tres leches: un bizcocho embebido en varios tipos de leches, dispuesto sobre una cama de natilla líquida. Muy jugoso y con el punto de dulzor justo.

El servicio estuvo al nivel de la calidad de la comida. Los camareros fueron muy atentos y estuvieron pendientes en todo momento a nuestras necesidades. Además el encargado se acercó personalmente a preguntarnos cómo nos estaba pareciendo todo.

El precio de todos estos platos, además de una botella de agua, una cerveza y una copa de vino fue de 73,45 €. Una cantidad que sin duda se paga con todo gusto, después de una velada encantadora como la que pasamos.

Sin duda es un restaurante al que les animo a ir, probar y degustar.

Imágenes extraídas de la web segundomuelle.com y de su perfil de facebook.