miércoles, 20 de julio de 2011

Allende


Hoy les traigo mis comentarios sobre el restaurante Allende, que por cierto, ha abierto un nuevo local en la zona de Triana, exactamente en la calle Domingo J. Navarro nº 16, haciendo esquina con Viera y Clavijo. El que yo he visitado es el que se encuentra en la calle Joaquín Costa nº 14, haciendo esquina con la calle Isla de Cuba.

Pueden encontrar más información sobre este restaurante en su página web http://allendeparrilla.com/, por ejemplo, sobre las exposiciones de pintura que suelen tener.

El local consta de tres salas comunicadas, una con barra y mesas altas con taburetes, y otras dos con mesas tradicionales para almorzar o cenar. Además también tiene terraza, que al localizarse en una calle peatonal, carece de los humos y ruidos propios de las vías urbanas.

Las paredes son blancas, y los muebles oscuros. Me gustaría destacar de la decoración una serie de barquitos de papel de colores adheridos a la pared y que se fusionan con la siguiente en la que un mural bicolor muestra lo que yo creo que es una panorámica del istmo de la capital grancanaria. Me gusta especialmente este detalle.

La carta no es especialmente amplia pero tiene de todo, incluido un apartado dedicado a la parrilla. También sirven montaditos y pinchos que se listan en una gran pizarra, pero solo si uno se sienta en la zona de la barra.

Como aperitivo sirven panecillos, acompañados en una salsera con tomate triturado, aceite oliva virgen y sal.


En mi última visita, el grupo pidió lo siguiente:

  • Ensalada Serrana, con jamón serrano, pasas, nueces y queso de cabra, servida generosamente y aliñada con finas hierbas. Llena de sabor y bien equilibrada.
  • Croquetas. Se puede pedir variadas de cualquiera de los tipos que se ofrecen en la carta, en donde se especifica que la ración consta de 6 unidades. Nosotros las pedimos de choco y rabo de toro. Las croquetas tienen un tamaño medio y tienen un empanado crujiente. A mí me gustaron especialmente las de carne, aunque las de choco también estaban buenas.
  • Empanadita Allende. Se piden por unidad, y nosotros pedimos una de cada tipo, es decir, una de Mozzarella, tomate y albahaca, y otra Criolla, que básicamente es carne de ternera especiada. Ambas están buenísimas, así que pedir una de cada es lo más recomendable.
  • Caracoles Picantes con sus cosillas. Curioso nombre para este plato, que esconde tras "sus cosillas" un acompañamiento de jamón serrano y trocitos de carne. Yo no soy muy amiga de los caracoles, pero los probé, y debo decir que estaban buenos. Mi padre, que es un entendido, los devoró.
  • Carrillada Ibérica al vino de Málaga. Nos lo recomendó el encargado personalmente, y lo denominó como el mejor plato de la carta. Debo decir que estaban realmente deliciosas, presentadas como un estofado tradicional y acompañadas de papas fritas.
  • Popurrí de brochetines. Para poder probar todas las brochetas de la carta, nos decidimos por este mix, que consta de una unidad de cada una de las siguientes:

-Pollo, cebolla y pimientos con salsa ligera de yogur y cominos
-Pollo, ciruelas y bacon.
-Ternera y Verduras con salsa Teriyaki.
-Ternera con manzana, pimientos y salsa de mostaza.

Se sirven todas las brochetas y salsas en el mismo plato, lo que permite hacer combinaciones entre salsas que si pidieras de un solo tipo no se podrían probar. La verdad es que todas estaban riquísimas, y eso que yo suelo preferir el sabor propio de la carne, pero estas salsas potenciaban el sabor de forma muy positiva.

Por supuesto, esta vez tampoco faltó el postre, que consistió en:

  • Creppes con dulce de leche: Sencillo pero siempre funciona. El dulce de leche estaba en su punto justo de azúcar.
  • Crujiente de manzana y pera con crema inglesa: Un canutillo, dividido en dos y ensartado en un palito de madera. Postre que sacia y claramente frutal, aunque diría que le faltaba un poco de dulzor.
  • Tarta Allende: un semifrío de chocolate que sin duda se convirtió en mi favorito de los tres que se pidieron. Realmente exquisito. Recomendable 100%.

Destacar positivamente que el precio de los postres me pareció de lo más ajustado.

El servicio fue muy amable y atento, sobre todo el encargado de sala, que nos daba apuntes y recomendaciones sobre los platos. Incluso nos obsequió con un poco de sal negra del Himalaya, para que pudiéramos comprobar que junto con el aceite de oliva y un poco de pan, tiene todo el sabor de un huevo frito.

El precio final, para cuatro personas, con agua, cerveza y café, fue de 69,72 €.

Terminamos con un buen sabor de boca y con ganas de volver.

Un saludo y gracias por pasar por aquí.

2 comentarios:

  1. Un precio realmente económico para una comida de cuatro comensales y estaba todo buenísimo. Sin duda, repetiremos, aunque la oferta es muy amplia ;)

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  2. Muchas gracias por comentar, Nacho. Sin duda es un sitio como para repetir :)

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