El restaurante tiene un pequeño aparcamiento en la puerta, para unos 8 coches, aunque en las inmediaciones no suele haber problemas para encontrar hueco. Justo al lado del parking, se encuentra la terraza techada con unas cuatro mesas, en donde tomar el fresco.
El interior es amplio y luminoso, gracias a los ventanales que dan al barranco y por los que se ven la vegetación y las edificaciones del pueblo. La decoración es casi señorial, con muebles y columnas de madera, lámparas de varios brazos, manteles florales, etc…
A nosotros nos tocó una mesa redonda, que favorece mucho la comunicación entre los comensales.
Para empezar se sirve un panecillo por persona, mantequilla, aceite de oliva y sal en escamas. El dueño es el encargado de recitar de memoria todos los platos del día y las recomendaciones de la carta. A veces es complicado quedarse con todo lo interesante, pero él no tiene ningún problema en repetirlo si es necesario.
En la carta hay entrantes, platos de cuchara, pescados y carnes (lo que más). Si hace fresco, yo les recomiendo encarecidamente que prueben la sopa de cebolla gratinada y los judiones de la granja. Ambos me parecen platos realmente exquisitos y poco vistos en los restaurantes corrientes.
La última vez que visité este restaurante, éramos cuatro, así que pasaron por la mesa una gran variedad de platos:
- Croquetitas variadas: Pequeñas croquetas alargadas y redondas de espinacas, pescado y queso. Son verdaderas minidelicias, ligeras y sabrosas.
- Ensalada de pollo con vinagreta de frutos rojos: Presentada sobre una cama de lechuga, tiene además de lo dicho, aguacate y papas sancochadas. Una mezcla fresca, aunque para mi gusto le faltaba un poco más de salsa. Se puede pedir más aliño, pero de eso me enteré tarde.
- Chistorras frescas: Una bandeja con cuatro longanizas hechas en su punto.
- Secreto Ibérico: Esta carne famosa por su sabor debido a la grasa que tiene, no pecaba de exceso de ésta, y su estado de cocción era el adecuado. Uno de los mejores secretos que he probado.
- Chuletillas de cordero: Abundantes, crujientes, deliciosas, y acompañadas por papas fritas y un rojísimo pimiento asado.
- Paletilla de cordero: Uno de mis platos preferidos de este restaurante. Una buena pieza asada perfectamente. Solo eché de menos unas cuantas papas más, y los jugos propios del asado, que no estaban presentes en el plato. En cualquier caso, estaba exquisita.
- Lomo de conejo con salsa de ciruelas: Solo apto para verdaderos golosos, puesto que la carne viene completamente bañada en la salsa, que es muy dulce. La combinación de sabores es buena, pero quizás con cada bocado, se va haciendo más empalagoso. Viene acompañado de unas sanas coles y papas sancochadas.
Es un error no dejar un hueco para el postre, ya que todos los dulces que ofrecen son caseros ¡incluso los helados! Además, según nos comentó la camarera, se pueden combinar, pidiendo mitad y mitad, pero solo de algunas de las opciones. Eso se puede consultar sobre la marcha.
Los elegidos en este caso fueron los siguientes:
- Helado de chocolate: Servido en una tarrina hecha de galleta con un toque de limón. El helado estaba perfecto.
- Tarta de limón: Su punto fuerte es el contraste entre el ácido del limón y el dulzor del merengue horneado que lo cubría.
- Parfait de higos: Bañado con chocolate caliente, este postre que se encuentra entre mis favoritos, no puede estar más rico. Hiper-recomendable.
- Tarta de queso con arándanos: el auténtico sabor de este clásico, conseguido con un 10.
- Tarta de chocolate: Sin palabras. Deliciosa hasta decir basta. Sobre todo para una amante del chocolate como yo. Es dulce en su justa medida y nada pesada.
El servicio es excelente, cumplen a rajatabla con el protocolo y está siempre atento a cualquier petición de los clientes y con una amplia sonrisa en la cara. Amables y con buenas sugerencias bajo la manga.
La cuenta, con media botella de vino, algunas cañas, y refrescos subió a 156,36 €
Es un sitio de alta calidad, con un precio acorde con ésta y con un ambiente y servicio muy cuidado.
Un saludo a todos.
DATOS DE CONTACTO
Dirección
Calle El Retiro, nº33.
Teléfono
928 66 17 57
Todo muy buena pinta. Yo llevo tiempo queriendo ir, y creo que me has terminado de animar :)
ResponderEliminarMe alegra haberte animado, Ignacio. Espero que cuando vayas te pases por aquí a decir qué te pareció.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por el comentario.
Me encanta este restaurante. Mi hermana celebró aquí su boda y todo estaba buenísimo :)
ResponderEliminarGracias por el comentario Marnan. Está bien saber que el restaurante hace ese tipo de celebraciones.
ResponderEliminarUn saludo :)
Tras leer las opiniones positivas del restaurante, fuimos a almorzar a La Raíz del Verol en San Mateo, donde desgraciadamente la experiencia no fue tan positiva. La comida normalita, no es nada del otro mundo, ni esperéis exquisiteces (calidad-precio elevada), pero el servicio de tanta atención llega a ser agobiante, la verdad que fue muy incómodo, no logramos "sentirnos como en casa". Era todo demasiado pretensioso, faltaba una dosis de humildad en el servicio.En fin, sobraron ganas de decir la famosa frase "la cuentita, por favor!".El restaurante nos hizo llevarnos un "mal sabor de boca" de Gran Canaria.
ResponderEliminar